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Mostrando entradas de junio, 2018

Desigualdad social. De cara al 1 de julio

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Dulce María Sauri Riancho Ocho horas de diferencia entre los husos horarios de México y Moscú dan una tregua cotidiana a nuestros afanes futbolísticos. En las elecciones no habrá tiempos extra. Todo habrá de resolverse en las urnas el primer domingo de julio. Démonos pues un espacio para continuar con el ejercicio de reflexión sobre nuestro voto, cuyo sentido habrá de marcar seis años del resto de nuestra vida. Doy por sentado que el principal problema del país se llama corrupción, asociada a la impunidad que impide su castigo. Sin menoscabar su gravedad, al igual que la inseguridad son problemas coyunturales que requerirán acciones inmediatas de los ejecutivos federal y estatal, así como de quienes integren las próximas legislaturas. A mi juicio, el principal reto que enfrenta México es la profunda desigualdad en las oportunidades para ejercer plenamente los derechos que nos corresponden como humanos, integrantes de una sociedad. Va más allá de la situación de pobreza, que es

Tercer debate presidencial. Acerca de fenicios y clavos ardientes…

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Dulce María Sauri Riancho En nuestra tierra tuvo lugar el tercero y último debate presidencial. Los seis temas elegidos para Mérida fueron los más cercanos a la mayoría de la gente: Crecimiento económico; Pobreza y desigualdad; Educación; Ciencia y Tecnología; Salud; Desarrollo sustentable y Cambio climático. Tener empleo seguro y mejor pagado; educar mejor a nuestros hijos; proteger a la población en casos de desastre, etcétera, preocupaciones de la ciudadanía que motivaron el envío de más de 11 mil preguntas a través de las redes sociales. Los tres moderadores las expresaron en un intercambio que, a mi juicio, se acercó un poco más a lo que deberá ser algún día un verdadero debate. No voy a regresar al intercambio de acusaciones que llevó al llamativo “Se dan con todo” del Diario de ayer. Más bien quiero centrarme en las propuestas, que las hubo, y muy particularmente en las indefiniciones sobre aspectos fundamentales, como los recursos necesarios para llevarlas a cabo. ¿De dó

Anatomía política: Hígado, corazón y cerebro

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Dulce María Sauri Riancho Es difícil permanecer abstraídos de lo que sucede en un ambiente cargado de sentimientos y percepciones sobre el futuro próximo, el que finalmente se develará el próximo 1 de julio. ¿Quién ganará la presidencia, la gubernatura de Yucatán, la alcaldía del municipio donde vivimos? En medio de esta cacofonía, se abre paso la conciencia de que nadie debiera permanecer ajen@ a las contiendas electorales. En estas fechas, la cuestión rebasa el interés de los científicos sociales y politólogos, para llegar hasta las sobremesas familiares o a las tertulias entre amigos. “¿Por qué vas a votar por fulano o por zutana?”. “¿Has medido las consecuencias?”; “¿Tienes preparado el pasaporte?”. “¿Eres lacayo de la mafia del poder?”, etcétera, etcétera. Hay para los cuatro candidatos, a favor o en contra. Existen numerosos intentos de explicar la fuente de la decisión personal que se manifestará cruzando la boleta por un/a candidatura. Hago mi intento de aportar al