El poder del voto
Dulce María Sauri Riancho De candidatos a empleados Interesada como muchos en la jornada electoral del próximo domingo, amanecí pensando en un viejo dicho popular: “… La burra no era arisca, los chicotazos la hicieron…”. Quizá esta frase refleja mi preocupación sobre lo que acontecerá al día siguiente, el lunes 2 de julio, una vez que hayamos depositado nuestro voto. No se trata de posibles protestas o movilizaciones para denunciar resultados desfavorables a algún candidato, sino del comportamiento de las autoridades de los tres niveles de gobierno, una vez que la ciudadanía haya manifestado su voluntad y elegido a alguno/a de los candidatos. Ha ocurrido en múltiples ocasiones que, apenas pasan el “trago” electoral, los funcionarios que van de salida se apuran a aplicar una serie de medidas que, de haberlas adoptado unas semanas antes, les hubiesen representado un elevado costo electoral para los candidatos de sus partidos. Con base en esta experiencia, me puse a imaginar que e...