Cambios en la FILEY: Hacer mejor la feria
Dulce María Sauri Riancho Como rayo en cielo despejado resultó el anuncio que en días pasados hizo el rector, José de Jesús Williams, sobre el cambio en la dirección de la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (Filey). La sorpresa dio paso a algunas críticas y especulaciones, ya que el doctor Williams no se limitó a comentar el fin de un contrato que nadie sabía de su existencia, sino que adelantó, sin precisar, posibles transformaciones en el enfoque y en sus alcances. Los anuncios del rector despertaron reacciones que dejan saber que la Filey tiene adeptos y echó raíces. Por eso preocupa que la mayoría de los comentarios emitidos —por lo menos, los que yo he podido conocer— manifiesten temores por su futuro. Se adelantan escenarios indeseados, como serían su “elitización”, ser engullida por la burocracia academicista o dejar que la estrechez presupuestaria la lleve a su muerte por inanición. Con apenas cinco ediciones, la Filey ha logrado consolidarse como evento de imp