IV Informe Presidencial. Ocaso prematuro
Dulce María Sauri Riancho Estamos a dos semanas del IV Informe presidencial. En el siglo pasado, la celebración por cuarta vez del ritual del “día del Presidente” marcaba el cenit del poder presidencial, que se prolongaba por los siguientes 12 meses. El camino del 4o. al 5o. informe se recorría en la cúspide. En los tres años anteriores se habían presentado y puesto en marcha programas y proyectos, que comenzaban entonces a dar resultados concretos. Había cosas que mostrar, pero sobre todo había expectativas en el equipo presidencial, de suficiente peso como para pisar el acelerador rumbo al final del mandato. Habiendo obtenido su partido la mayoría en la elección intermedia celebrada el año anterior, el presidente de la República se aprestaba a observar con atención el comportamiento de los aspirantes a sucederlo, listo para expresar, al final del quinto año, las “palabras mayores”, que designaban al candidato a relevarlo, quien sería seguro triunfador en las elecciones constitucio