¿Futuro o pasado? Dos proyectos enfrentados
Dulce María Sauri Riancho Un debate oculto subyace en la campaña electoral. Se trata de la opción entre pasado y futuro. Los votantes decidirán entre ir hacia adelante o caminar hacia atrás. No es una exageración producto del calor de la contienda política, sino que refleja una realidad difícil de entender si no acudimos a los nuevos conceptos acuñados por pensadores y politólogos para explicar la conducta de la sociedad contemporánea. En este afán, emplearé tres de ellos, uno que data del siglo XV, utopía, y otros dos relativamente recientes: oxímoron y retrotopía. Estamos más familiarizados con el primero, Utopía, que se refiere a una sociedad perfecta y justa, donde todo discurre sin conflictos y en armonía, con un sistema de gobierno acorde con ese ideal. “Utopía” es sinónimo de perfección y objetivos inalcanzables. Retrotopía no es una palabra trabalenguas. Es un concepto acuñado por el sociólogo Zygmunt Bauman —recientemente fallecido— para explicar el encantamiento de a