Cruda realidad. Brexit, ¿fin de una utopía?
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Dulce María Sauri Riancho La madrugada del viernes 24 me fui a dormir en medio de gran desazón. A las tres de la mañana el Brexit se había consumado. Una sensación de fracaso me invadió; sentí gran decepción por la amenaza de fractura de un proyecto que había logrado materializar una utopía. Pacto entre desiguales para dar a todos trato y oportunidad de iguales. La Unión Europea fue concebida como una opción frente a la guerra y los nacionalismos exacerbados que habían causado millones de víctimas en el siglo XX, sin contar los de centurias anteriores. Ceder y cooperar, olvidar y perdonar hizo posible que enemigos irreconciliables se agruparan en una organización supranacional, una especie de confederación de países, hasta alcanzar la cifra de 28. Entre 1965 y 1993 se establecieron los acuerdos que permitían la libre circulación de personas, mercancías y capitales entre los estados miembros. La diversidad es la característica de la UE. Por ejemplo, en su organización