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Mostrando entradas de marzo, 2019

Por buenas razones, Progreso en la mira

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Dulce María Sauri Riancho Hace algunas semanas, a principios de febrero, escribí sobre el huracán desatado por las expresiones de la secretaria de Turismo sobre nuestro principal puerto. Cito: “Un joven presidente municipal, de edad semejante y mismo partido que Mauricio Vila, gobierna Progreso. La imprudencia verbal de su secretaria colocó al gobernador como rehén del principal puerto yucateco. Con hechos, ellos y ella tendrán que enmendar la plana de su ‘metida de pata’. Ella no sólo habrá de resolver paisaje y servicios para los cruceristas, sino impulsar un verdadero programa integral de desarrollo turístico para el municipio. Ellos habrán de coordinar esfuerzos entre órdenes de gobierno; conciliar intereses y moderar apetitos de ganancia fácil; acometer las obras de infraestructura indispensables para garantizar la expansión del transporte marítimo y el crecimiento de la pesca y el turismo. El agravio es grande. La tarea también. ¡Viva Progreso!” (Diario de Yucatán, miércoles 6

Anticipar salidas. Revocación, derecho ciudadano

Dulce María Sauri Riancho No es primera vez que se legisla sobre revocación de mandato. De hecho, la Constitución yucateca tuvo durante muchos años esta figura como una posibilidad de concluir anticipadamente la gestión del gobernador o gobernadora. Terminar con un mal gobierno antes del plazo es una tentación presente en la ciudadanía. En México, además de la revocación del mandato, contamos con otras figuras legales para prescindir de un mal gobernante, como el juicio político, aunque hasta la fecha no se ha instaurado procedimiento alguno para la destitución presidencial. Si exploramos en el arcón de la memoria, encontraremos que la mayoría de los presidentes de la república gozaron de una razonable popularidad hasta casi el final de su mandato. Por ejemplo, si en las elecciones intermedias se hubiese preguntado si José López Portillo se quedaba en la presidencia o se iba (1979); o si Carlos Salinas de Gortari concluía anticipadamente su gestión (1991); o Vicente Fox (2003),

Aniversario del PRI, casi centenario

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Dulce María Sauri Riancho El pasado lunes 4 de marzo el PRI cumplió 90 años. Es un aniversario que interesa principalmente a las y los priístas, en tanto que a la mayoría ciudadana es probable que le provoque indiferencia o incluso, abierto rechazo. Entonces, ¿por qué rememorar el acto fundacional de hace nueve décadas? No se trata sólo de militancia o afinidad partidista, que es mi caso, sino un ejercicio necesario de memoria sobre esa parte de la historia del país que influye e incluso determina el curso actual de la vida política de México. El PRI surge como partido (PNR) en una situación de emergencia política. Fue la respuesta que el presidente Calles encontró, al término de su cuatrienio, para sortear el asesinato del general Obregón, que era ya presidente electo, contraviniendo la promesa de “no reelección” del levantamiento maderista. Los cuatro años que duraba el periodo presidencial entonces, no habían sido fáciles para Plutarco Elías Calles, quien había sido electo e