La glorieta de la Paz, en una encrucijada
El sábado pasado una manta cubrió la glorieta de la Paz en la prolongación del Paseo de Montejo. Decía: "Todos somos vecinos". Se trataba de subrayar el carácter ciudadano de la manifestación de cientos de personas que desafiaron la copiosa lluvia que caía a esa hora. Pero también significaba algo más allá de la colonia México, del Circuito Colonias y sus grandes árboles; era la expresión de que todos los habitantes de Mérida compartimos un espacio y un tiempo únicos, que hace que lo bueno que sucede sea para todos y que las malas decisiones de hoy afecten la convivencia y la calidad de vida de todos. El "movimiento de la glorieta de la Paz", como lo podemos bautizar, es asimismo una expresión que involucra al conjunto social yucateco. Creo que este rechazo a la pretensión de las autoridades de construir la obra del "paso deprimido" se hubiera manifestado cualquiera que fuese el origen partidista del Ayuntamiento. Si es el PAN o si es el PRI, para los ci...