Violencia y economía, tormenta perfecta.
Dulce María Sauri Riancho Hace más de diez años asistimos a la proyección de “La Tormenta Perfecta”, protagonizada por el carismático George Clooney, quien caracterizaba al capitán de un pesquero dedicado a la captura de pez espada en las costas de Massachusetts. La relativa escasez y la expectativa de aprovechar los altos precios del mercado llevaron a Billy Thyne a abandonar sus áreas tradicionales de trabajo para trasladarse hasta un alejado punto, donde efectivamente encontraron el preciado producto en grandes volúmenes. Llenaron sus bodegas, ignorantes de que en la zona comenzaban a formarse dos tormentas, una alimentada por las corrientes frías del norte, y otra, por las cálidas temperaturas del sur. El choque de ambas desata una violencia inimaginable incluso para los más experimentados marinos, en tanto que el “Andrea Gali”, nombre de la embarcación a cargo de Clooney, intentaba hacer frente al desastre sin perder su carga y llegar a puerto. Podemos trazar algunos parale