El informe del Coneval 2012. Contar la pobreza, olvidar la desigualdad.
Dulce María Sauri Riancho Dos mundos aparentemente muy alejados entre sí coincidieron el pasado lunes. Uno de ellos, el de las instituciones, revisó los resultados de la medición de la pobreza 2012, realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). El otro, el mundo de la violencia y las ejecuciones, registró el anuncio de la detención de tres integrantes del grupo delictivo de los Caballeros Templarios, como presuntos responsables del asesinato del vicealmirante Carlos Miguel Salazar y su chofer en la carretera a Morelia, como parte de su “trabajo” de robar, extorsionar, secuestrar y matar por siete mil quinientos pesos mensuales. El Informe 2012 del Coneval es una especie de balance general de la política social aplicada el sexenio federal pasado, ya que la información que analiza corresponde a noviembre de 2012, último mes de la gestión de Felipe Calderón, que coincide con el final del gobierno de Ivonne Ortega en Yucatán. Los datos