Sombras sobre la Filey. Violencia contra las mujeres
Dulce María Sauri Riancho Sucedió hace casi siete años, cuando tres mujeres indígenas otomíes de Querétaro: Alberta Alcántara Juan, Teresa González Cornelio y Jacinta Francisco, fueron detenidas y encarceladas acusadas de delitos contra la salud por posesión de cocaína, privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro y delitos contra servidores públicos. Fue la manera jurídica que encontraron para decir que habían sometido y retenido contra su voluntad a varios agentes del orden que realizaban un cateo en busca de productos “pirata” en el mercado de la capital queretana. En su largo proceso federal, las mujeres reclamaron su inocencia y la injusticia del juicio al que se veían sometidas. Declaradas inocentes por la Suprema Corte, ellas no se conformaron, sino que exigieron a la PGR una indemnización y reparación del daño causado por haber sido acusadas y aprehendidas ilegalmente. En la primera instancia administrativa, se les negó lo solicitado, por lo que acudi