Preguntas mañaneras. Estancias infantiles asediadas

Dulce María Sauri Riancho
Si yo fuera reportera de la “mañanera”, éstas son las preguntas que le haría al presidente de la república.

1.— ¿Sabe usted la diferencia entre las guarderías del IMSS, y del Issste y las estancias infantiles de la Sedesol, hoy Secretaría del Bienestar? El IMSS y el Issste atienden a infantes desde los 40 días y hasta los cuatro años. Las estancias infantiles reciben a niñas y niños entre uno y cuatro años; cuando se trata de menores con alguna discapacidad, se amplía hasta los seis años. La mayoría de la población trabajadora que no tiene IMSS e Issste acude a las estancias infantiles de la ex-Sedesol para la atención de sus hijos.
2.— ¿Sabe usted que el desgraciado accidente de la guardería ABC en el que perdieron la vida 43 niñ@s aconteció en una guardería del Seguro Social? Usted ha utilizado este lamentable caso para desacreditar a las estancias infantiles, sin realizar la aclaración pertinente.

3.— ¿Conoce usted el perfil de las madres trabajadoras y padres solos que llevan a sus hij@s a las estancias infantiles de la Sedesol? ¿Sabe que habitan en las zonas más depauperadas de las ciudades y en poblaciones de tamaño medio donde no llegan ni el IMSS ni el Issste? ¿Ha considerado que si desaparece esa opción, tendrán que encerrar a los niños en los cuartos, encargarlos con los hermanos mayores o al cuidado de alguna vecina? ¿O está usted de acuerdo en que las mujeres dejen de trabajar o de estudiar para quedarse en casa a cuidar a sus hijos?

4.— ¿Está usted dispuesto a invertir lo necesario en los servicios de guarderías del IMSS y del Issste para compensar la pérdida de espacios de atención para más de 300,000 niñ@s en todo el país? ¿Rechaza la participación de los particulares, incluyendo en las guarderías subrogadas del IMSS? ¿Tiene usted idea del impacto presupuestal de una medida de esta naturaleza?

5.— Una y otra vez en estas “mañaneras” ha hablado usted de supuesta corrupción, sin que hasta el momento hubiera brindado un dato sólido. ¿Le han dado a conocer sus colaboradores la evaluación realizada por el Coneval del Programa de Estancias Infantiles para apoyar a Madres Trabajadoras de 2017? ¿Conoce usted que casi el 95% de las madres y los padres se declararon satisfech@s con la atención que reciben sus hij@s?

6.— Según su concepción sobre las políticas públicas para fortalecer la corresponsabilidad en la atención y crianza de los hijos, ¿deben ser las mujeres —madres, abuelas— las que se encarguen exclusivamente, como un asunto de carácter familiar? ¿Qué quiso decir cuando manifestó que el Estado no podía aceptar la responsabilidad del cuidado de los menores?

7.— Usted denunció que los “subsidios focalizados” eran neoliberales, destructores de los lazos de solidaridad comunitaria. ¿Qué le hizo cambiar de manera de pensar? ¿Ha considerado que su razonamiento de entrega directa de los recursos a madres y padres se aplique en la educación preescolar o en la primaria? Así los progenitores podrían elegir la escuela pública o privada para inscribir a sus hij@s y el Estado asignaría el presupuesto correspondiente. Es un modelo aplicado en Chile, desde los tiempos del dictador Pinochet. No se me hubiera ocurrido que usted quisiera emplearlo en México hasta que me enteré cómo pretende resolver la desaparición de las estancias.

8.— Sobre la información básica para la toma de decisiones. Creo, con todo respeto, señor Presidente, que usted o la ignora o la menosprecia. Ha llevado años y una considerable inversión desarrollar los sistemas de información y evaluación: censos, encuestas, investigaciones. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval) generan información sólida y de altos estándares de calidad. Usted ha hecho caso omiso de ella. No sólo en el tema de las estancias infantiles, sino en otros muchos asuntos de interés colectivo y de repercusión social.

9.— ¿Conoce usted el refrán popular: “Tirar al niño junto con el agua sucia”? En el programa de Estancias Infantiles, como en cualquier otro que responda a políticas públicas para ejercer derechos, ¿no es mejor corregir desviaciones, actos de corrupción, que acabarlos de tajo? Más cuando no se avizora con qué medidas pretende sustituirlos.

10.— Y por último, señor Presidente. ¿Por qué le tiene ojeriza a la sociedad organizada? Costaron años de trabajo y esfuerzo desarrollar un entramado institucional que permitiera alentar la corresponsabilidad en una serie de tareas que el gobierno no puede realizar eficazmente. Las estancias infantiles son una muestra de organización para satisfacer necesidades de cuidado. Es un derecho de la infancia el sano desarrollo. Es derecho de las madres participar en el mercado laboral o estudiar, teniendo la certeza de que sus hij@s están bien, al menos antes de que cumplan cuatro años.

Fui madre trabajadora que contó con la invaluable ayuda de su abuela materna. Era la década de 1970. Después, ya a mediados de los 80, mi tercer hijo ingresó al año de edad a lo que ahora llamaríamos “estancia infantil”. No sé qué experiencia habrá tenido usted con sus hijos mayores; o cómo compartió la responsabilidad de la crianza, en sus primeros años, de su hijo menor. Hay que ponerse en los zapatos de esas mujeres destrozadas por el dilema de dejar a sus hij@s encerrados e inseguros, o quedarse a cuidarlos sin obtener el ingreso indispensable. Ojalá que su sensibilidad le gane la batalla a la obcecación. Por el bien de tod@s.— Mérida, Yucatán.

Entradas populares de este blog

2010: entre augurios y premoniciones

Yucatán: fortalezas, debilidades, amenazas, oportunidades

Vieja virtud: "Veo, oigo y ¿callo?