Se asoman turbulencias en el panorama. Quinto Informe de Gobierno
Dulce María Sauri Riancho
Exceso de ruido en el espectro
radioeléctrico de la política yucateca. La coyuntura del alcoholímetro se
impuso informativamente sobre la evaluación de un quinquenio de la vida pública
del Estado.
Ni la relativa novedad de su
presentación por internet ni el estreno anticipado del edificio que ocupa el
otrora plácido crucero de la 62 con las avenidas Colón y Cupules salvaron de la
indiferencia ciudadana a este importante ejercicio de rendición de cuentas.
Mediáticamente resultó más
interesante seguir las vicisitudes de un hambriento precandidato que fue por
unos tacos a altas horas de la madrugada, que revisar las casi mil
cuatrocientas cuartillas que acompañaron al mensaje político del Ejecutivo
estatal.
Considero que esta “heladez”
ciudadana es, al mismo tiempo, muestra de una relativa satisfacción con el
gobierno que habrá de concluir en poco más de ocho meses. Y es que —aunque a
los opositores al PRI no les guste mucho— los yucatecos hemos ido “Mejorando
Juntos” en educación, salud, combate a la pobreza, infraestructura, etc.
El voluminoso anexo estadístico de
526 páginas permite conocer las cifras que respaldan esta afirmación. Las
respuestas a las 162 preguntas formuladas por casi todos los partidos
representados (MORENA fue la excepción) son detalladas y constatables.
Además, Rolando Zapata anunció
nueve grandes acciones para culminar a tambor batiente su administración: nuevo
hospital psiquiátrico; carretera Sierra Papacal-Chuburná Puerto; inicio de
ejecución del gran proyecto de rescate urbanístico del centro de Mérida, en La
Plancha y el Callejón del Congreso; tres nuevos centros de educación superior
en Yucatán: Universidad de las Artes y la Escuela Nacional de Educación
Superior de la UNAM, con especialidades en Ciencias Ambientales y Ciencias de
la Tierra, así como el Instituto de Formación Policial del Estado; rescate de
la zona arqueológica de Kulubá en Tizimín; seis nuevos tomos de la Enciclopedia
Yucatanense, que actualizarán la obra que vio la luz primera en 1946, hace más
de 70 años.
El gobernador está dispuesto a
sacar el máximo provecho al “xix” de su gestión. No son improvisaciones ni
ocurrencias de última hora. La apuesta por la cultura, la educación y la
ciencia es manifiesta, incluso en la carretera que consolidará el desarrollo
del polo científico y tecnológico al norte de Mérida que alberga al Parque y a
la recién decretada Zona Económica Especial.
Es posible anunciar con la
certidumbre de cumplir porque hace varios meses, incluso años, dieron inicio
los trabajos para hacerlas realidad en el breve lapso que resta a la
administración.
El proyecto “La Plancha” ha sido
resultado del esfuerzo conjunto de vecinos del rumbo, la UNAM y el gobierno,
que han logrado vencer toda clase de obstáculos, incluyendo la construcción de
un nuevo centro de maniobras ferroviarias en Poxilá, Umán.
El corredor cultural del Callejón
del Congreso es indispensable complemento del Palacio de la Música y del Centro
Cultural de la Uady, así como del Peón Contreras.
Las tres nuevas opciones de
educación superior: Artes, Medio Ambiente y Seguridad Pública, responden a un
proyecto de largo plazo de formación científica y social, única vía para
consolidar el bienestar del que ahora disfrutamos.
En general, todo bien… hasta
ahora. Pero Rolando Zapata ha entrado a zonas de turbulencia. Las nubes
políticas son densas y los vientos cruzados dominan el panorama. Como en la
aviación, el momento más delicado del vuelo es cuando la o el capitán de la
nave se apresta a aterrizar.
Las nubes de tormenta están en las
campañas electorales que, disfrazadas de precampañas, han comenzado con gran
intensidad.
La lucha por la gubernatura será
cuerpo a cuerpo. Hemos tenido una sencilla muestra con las dos encuestas dadas
a conocer en estos días, que salomónicamente le dan el triunfo a cada uno de
los dos Mauricio.
Para mi partido, Querétaro 2015 es
un gran referente. Tenía entonces al gobernador priista mejor evaluado, un
envidiable crecimiento económico y un buen nivel de seguridad. El PRI eligió a
un buen candidato, alcalde de la capital. Y perdió.
Al PAN le convendría recordar
2007, cuando hablaba de “flanecitos”, fáciles de engullir para un partido cuyo
gobernante estaba bien evaluado, además de haberse impuesto fácilmente en las
elecciones federales de 2006. Y ganó el PRI.
Vale la pena recordar que un buen
gobierno es condición necesaria para que exista una plataforma favorable a la
causa del partido que busca repetir en el cargo.
Pero no es suficiente. Otros
factores juegan en la decisión de l@s votantes. Tienen que ver con la
percepción sobre el conjunto de las candidaturas, comenzando por la
presidencial, y también sobre la forma en que los gobernantes se conducen en
ese periodo y afrontan las desazones del final de una administración.
Rolando Zapata como gobernante ha
dado muestras de madurez y serenidad. Su legado administrativo habrá de
consolidarse en los próximos meses cuando concluyan las obras en proceso y se
ejecuten los nueve proyectos anunciados.
Su trayectoria política habrá de
llegar a un feliz desenlace cuando acompañe a la ciudadanía yucateca en su
proceso de toma de decisión. Mi corazón y el del gobernador, laten tricolor. Su
actuación como gobernante avala al PRI, pero serán los votos depositados en las
urnas y contados la noche del 1 de julio los que tendrán la última palabra.
Colores y divisas aparte, a todos nos conviene que el gobierno concluya su
gestión exitosamente. ¡Feliz aterrizaje, gobernador Zapata Bello!— Mérida,
Yucatán.