“Bola de cristal” para el 7. Pronósticos electorales

Dulce María Sauri Riancho
Este miércoles concluyen las campañas electorales en todo el país. A partir de las 12 de la noche se inicia el “silencio electoral”, pausa brindada a los electores para realizar una reflexión final sobre el sentido del voto que habrán de emitir el próximo domingo 7. Aprovecho esta última oportunidad de escribir sobre cuestiones electorales, para exponer mi aportación a lo que pomposamente se denominan “pronósticos” —más bien “bola de cristal”— sobre los resultados que habrán de darse a conocer el domingo por la noche. Este será un ejercicio activo en las redes sociales, donde la legislación electoral no logra, afortunadamente, silenciar las voces.

Ambiente. A pesar de la violencia política que se dejó sentir en Peto, las elecciones yucatecas transcurrirán en paz. La mayoría de los ciudadanos acudirán a ejercer su derecho, acicateados principalmente por las elecciones de presidentes municipales y de camino votarán por los candidatos a diputados. Esa será una ventaja que por primera vez tendrá una elección intermedia federal en nuestro estado. Ayudarán también las campañas de promoción del voto de las autoridades electorales y de grupos organizados de la sociedad, como el Consejo Coordinador Empresarial. Yucatán, una vez más, se distinguirá nacionalmente por la elevada participación de su ciudadanía.

Resultados. En las elecciones para diputados federales, el PRI ganará alrededor de 230 curules, entre los distritos de mayoría y la representación proporcional. En la Cámara de Diputados sus representantes se podrán sumar a los que obtenga el Partido Verde y, eventualmente, Nueva Alianza o Panal. Es decir, la correlación de fuerzas políticas en la próxima legislatura será muy semejante a la actual. En las elecciones de gobernador en nueve estados del país, las cosas pueden ser diferentes. En seis entidades gobierna el PRI: Campeche, Colima, Michoacán, Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí. Dos estados tienen gobiernos del PAN: Baja California Sur y Sonora; el PRD gobierna Guerrero. Todos registran altos niveles de competencia electoral, es decir, no hay estado fácil para ninguno de los tres grandes partidos nacionales. Quizá en el vecino Campeche se registre la mayor ventaja para el PRI; pero en los demás, ganarán por diferencias porcentuales de un solo dígito. Dos características serán observadas muy de cerca la noche del 7: una, las entidades donde fueron postuladas por primera vez mujeres con posibilidades reales de ganar. Es el caso de Nuevo León y Sonora para el PRI; San Luis Potosí y Michoacán, para el PAN; y Guerrero, para el PRD. La otra fuente de atención será sobre las candidaturas independientes, en especial la de Nuevo León, en que Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco” tiene posibilidades de llevarse el triunfo. En Yucatán es muy probable que el PRI gane la mayoría en el Congreso del estado, puesto que cualquier posible derrota en los distritos, se compensará con las fórmulas del repechaje de la representación proporcional. El PAN quedará como segunda fuerza y es posible que Movimiento Ciudadano le arranque al PRD una de sus dos diputaciones actuales. Mérida, es comprensible, constituye el centro de atención. La llamada “joya de la corona” electoral tendrá una vez más, resultados muy apretados. Para el PAN es vital conservar al municipio capital de la entidad; es la única presencia política de peso significativo que tiene en la región sureste y su base de apoyo para cualquier proyecto de recuperación electoral. El PRI también ha puesto interés en ganar de nuevo, aunque la sombra de la gestión 2010-2012 sigue pesando considerablemente. La campaña priísta se ha concentrado en las colonias populares y las comisarías meridanas, bajo el supuesto que el norte y colonias de clase media son difíciles, por no decir imposibles, de convencer para la causa priísta. Esta arriesgada apuesta puede darle resultado, y los panistas se pueden amanecer con la desagradable sorpresa de la derrota. Hay otro factor en juego: la candidatura de Ana Rosa Payán. ¿Cuántos votos puede recibir? ¿A quién se los habría de quitar: al PAN o al mismo PRI? ¿Influirá en forma definitiva en los resultados finales? La respuesta ciudadana a estas preguntas habrá de influir en lo que se llama el “voto útil”. Otros municipios del estado registran también altos niveles de competencia, como Tizimín, Izamal, Valladolid —con un PRD revivido por una activa candidata—, Tekax, Ticul, etcétera. La alternancia política se ha vuelto costumbre en algunos municipios, por lo que no sería extraño que tanto el PRI como el PAN perdieran varios de los que gobiernan, a cambio de ganar otros.

Después del 7: quiénes ganan y quiénes se quedan en el camino. De estos últimos parecería que no hay que preocuparse. No sería el caso de Jaime Rodríguez, “El Bronco”. Si gana, habrá abierto la puerta de una candidatura independiente de los partidos políticos para la presidencia de la república en el año 2018. Y si pierde, también, porque habrá demostrado que sí es posible retar a las grandes organizaciones y crear condiciones de competencia electoral. Desde luego que los resultados habrán de influir en las dirigencias de los partidos políticos, en especial del PAN, que tiene a la vista el proceso de renovación de su dirigencia nacional. En el PRD, los saldos de la elección influirán determinantemente en sus posibilidades hacia el 2018 y en su precandidato más visible, el jefe de gobierno del Distrito Federal, que puede salir mal librado por la emergencia de Morena, que le arrebatará varias importantes delegaciones.

En el xtokoy-solar también los resultados del 7 de junio delinearán el futuro. En el PRI, si gana Nerio Torres, se sumará a Jorge Carlos Ramírez y Víctor Caballero en la contienda interna por la candidatura al gobierno del Estado en 2018. Si el PAN se impone en Mérida, tendrá en Mauricio Vila a un posible prospecto, junto con Renán Barrera, Raúl Paz y Huacho Díaz. ¡Hagan sus apuestas, señoras y señores! Y voten.— Mérida, Yucatán.


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