Medir la PAZ: Yucatán, Segundo Lugar
Dulce
María Sauri Riancho
En la imaginación colectiva de muchas
partes del país azotadas por la violencia del crimen organizado y el
narcotráfico, la blanca Mérida y el pacífico Yucatán se volvieron referencia
obligada. La calidad de vida de Yucatán, la que atrae inmigrantes y empresas,
se sostiene por la seguridad. Vivir en paz no sólo es un disfrute y un derecho,
sino también un valor económico, cuando se trata de competir por inversiones
con otras regiones de México. En consecuencia, cuidar la seguridad representa
un elemento central en la estrategia de desarrollo de Yucatán. Podemos hablar
de una “ventaja comparativa” que ubica a nuestro estado en el mapa de los
lugares para vivir y disfrutar. Así lo percibimos los yucatecos; así parecen
sentirlo en otras regiones del país. Pero para salir de dudas, no hay nada
mejor que comparar y medir.
¿Cómo vamos en relación con otras
partes de México en materia de seguridad? ¿Somos, como creemos, el estado más
pacífico del país? Yucatán no ocupa el número uno, pero sí el segundo lugar en
el Índice de Paz México, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz
(IEP), que se presentó la semana pasada para ilustrar los cambios registrados
en los niveles de inseguridad en el país. El Informe completo se puede
consultar en http://www.visionofhumanity.org.
El índice que permite comparar a las 32
entidades del país se construyó con base en siete indicadores: Homicidios,
Crímenes violentos, Crímenes cometidos con armas de fuego, Personas enviadas a
prisión cada año, Fondos del gobierno federal para seguridad pública, Delitos
del crimen organizado (tráfico de drogas, extorsión, secuestros) y Eficiencia
en el sistema de Justicia (proporción de condenas en relación a los
homicidios). Utilizando estos indicadores para elaborar la escala, los cinco
estados más pacíficos de México en 2014 fueron: Hidalgo, Yucatán, Querétaro,
Campeche y Tlaxcala, en ese orden. En tanto, las cinco entidades más violentas
fueron: Guerrero (lugar 32), Morelos, Sinaloa, Michoacán y Guanajuato. De estos
últimos, sólo sorprende la ausencia de Tamaulipas que, por cierto, ocupa el
sitio 27, un poquito arriba de Guanajuato.
Tres de los cinco estados más pacíficos
se localizan en el centro del país. En esa región colindan con Morelos y, en
parte, con Guerrero. Prueba de que la vecindad no es necesariamente destino. En
la península, Yucatán y Campeche dejaron atrás a Quintana Roo, que ocupa el
sitio 23, arriba apenas del Estado de México (24) y Jalisco (25). La entidad
más joven del país es calificada como excepción de la paz peninsular, como
consecuencia de que el cártel de los Zetas “opera fuertemente” en la entidad,
la cual -dice PM- actúa como “un puerto comercial” para el tráfico de
narcóticos proveniente de Sudamérica. Al respecto, el Índice consigna una
interpretación interesante: que la violencia se acentúa más en las entidades
donde operan múltiples cárteles, en tanto que es menor -o al menos más acotada-
en lugares como Quintana Roo, donde hay un claro predominio de una de estas
organizaciones criminales.
Revisemos qué le faltó a Yucatán para
ocupar el primer lugar en Paz México. El Índice permite la comparación de los
siete indicadores que lo componen. Me concentro en los estados clasificados
como “más pacíficos”. Entre ellos se ha ubicado Yucatán desde 2004, aun con el
trágico tropiezo de los 11 decapitados de 2008. A pesar de ese sangriento
traspié, Yucatán tiene hasta la fecha la tasa más baja de homicidios del país,
así como una reducida presencia del crimen organizado, al menos de sus acciones
más violentas.
Paz México (PM) alerta, sin embargo, de
un ligero aumento de las actividades criminales en los últimos 10 años. Muestra
de lo anterior es el indicador sobre el número de personas sentenciadas que,
según PM, ha disminuido significativamente en el país, incluido Yucatán. El
Índice consigna que Hidalgo ocupa el primer lugar nacional para el indicador
denominado Eficiencia de la Justicia, mientras que Yucatán ocupa el tercer
lugar porque menos procesos por homicidio culminan con una sentencia
condenatoria.
El séptimo indicador se refiere a los
recursos presupuestales federales destinados a la Seguridad. Yucatán ocupa el
lugar 19, en tanto que Hidalgo se encuentra en la posición 12, tal vez porque
la Secretaría de Gobernación, que es la que los distribuye, está encabezada por
un hidalguense. Los otros tres estados más pacíficos tampoco destacan en esta
lista: Campeche ocupa el sitio número 30 y Tlaxcala el 28. A Querétaro le va un
poco mejor en la cuestión del dinero ya que está ubicado en el lugar 15. Tal
parece que a mayor seguridad, menos recursos provenientes de este fondo. Resulta
irónico, por decir lo menos, que los esfuerzos para preservar la paz y la
tranquilidad ciudadana no sean reconocidos en el presupuesto. PM destaca los
beneficios económicos de la paz. Dice que en 2003 los cinco estados menos
pacíficos tenían un PIB (producto interno bruto) por habitante similar al de
los cinco estados más pacíficos. Doce años después, en 2015, el PIB de los
cinco “pacíficos” es 40 por ciento más alto.
La seguridad es como andar en
bicicleta: hay que seguir pedaleando para avanzar y no caer al pavimento.
Quedarse estáticos contemplando los logros de hoy es el mayor riesgo para
mañana. Paz México ayuda con su Índice para darnos ánimo y seguirle dando a los
pedales.- Mérida, Yucatán.