Sólo confrontación

Dulce María Sauri
Candidatos y gobiernos a debate
… Por sus frutos los conoceréis… -San Mateo 40, 7-15 : 40,7-20
¡Por fin se realizó el debate entre los candidatos al gobierno de Yucatán! Después de múltiples obstáculos de toda índole, los cuatro representantes de los partidos y coaliciones se reunieron para presentar y contrastar sus propuestas relativas a la economía, educación, desarrollo social y seguridad. Además de la transmisión por la televisión abierta, diversas estaciones de radio se enlazaron para llevar a todo el Estado los planteamientos de los aspirantes a gobernarnos por los próximos seis años.
La ortodoxia política “a la antigüita” indica que quien va adelante en la intención de voto en una contienda electoral debe evitar los riesgos que representa una confrontación abierta con sus adversarios menos populares. Desde luego que en un debate existe la posibilidad de cometer errores, tanto por lo que se dice como por lo que se omite mencionar o responder. Por otra parte, se ha vuelto un lugar común ponerle la etiqueta de “rijoso/a” a quien cuestiona propuestas o señala deficiencias de su contrincante. Se dice que la ciudadanía no quiere pleitos, sino propuestas. Sin embargo, sólo la confrontación permite distinguir la diferencia entre lo que aparentemente es lo mismo.
Las propuestas y promesas dominaron el ejercicio del pasado lunes. En este ámbito hubo, afortunadamente, muchas coincidencias: crear empleos, combatir la pobreza, rescatar al campo, atender a la juventud, reforzar la seguridad pública. En materia de educación destacó el compromiso de la jornada escolar de tiempo completo, la erradicación definitiva del analfabetismo en el Estado y el lugar privilegiado que los candidatos le conceden a internet, tanto como herramienta de comunicación, así como elemento básico para apuntalar la competitividad de la economía yucateca. Sólo el candidato de la izquierda, Eric Villanueva, hizo referencia al carácter pluricultural de la sociedad yucateca, al iniciar y concluir sus intervenciones en lengua maya.
Rolando Zapata y Joaquín “Huacho” Díaz son quienes registran la mayor intención de voto en las diversas encuestas que se han levantado en las últimas semanas. Rolando lleva la delantera, es el puntero a quien los demás y, significativamente, “Huacho”, pretenden rebasar. Ambos representan a partidos políticos -PRI y PAN- que han gobernado la entidad. Hace apenas cinco años, en 2007, concluyó la primera administración estatal panista, que entregó el timón al actual gobierno del PRI. “Huacho” y Rolando no pueden, en consecuencia, hablar desde el espacio de los deseos y las buenas intenciones de sus propuestas personales. Tienen el gran referente de la gestión de sus correligionarios que han ejercido el cargo que ahora ellos aspiran a desempeñar. Por eso no es de extrañar que “Huacho” haya elegido los números del gobierno de Patricio Patrón para comparar con la administración de Ivonne Ortega, y que haya contrastado sus propuestas con las de Rolando a partir de las deficiencias y vicios observados en el actual gobierno estatal.
Debe haber sido una carga difícil para las habilidades oratorias de Rolando proponer el rescate del campo yucateco, sin obligar al auditorio a pensar en la caída en picada que ha registrado la producción agropecuaria, por la desatención gubernamental y las desviaciones de recursos que deberían haber llegado a los campesinos. ¿Cómo defender la opacidad de la gestión pública, o las cifras del endeudamiento estatal -”moreirazo yucateco”, según “Huacho”-, o las facturas apócrifas de Comunicación Social y Fomento Agropecuario? Rolando Zapata planteó lo que hará en caso de ganar la elección, no lo que ha hecho el gobierno del PRI. Hubiera sido muy arriesgado ante sus adversarios sostener el discurso de la continuidad de las acciones de la actual administración estatal, que lo ha acompañado en sus mítines políticos.
“Huacho”, por el contrario, delineó una idílica imagen del gobierno del PAN. Contrastó el bajo nivel de endeudamiento público existente en 2007 con una cifra astronómica -habló de diez mil millones de pesos- en que ha incurrido el gobierno actual, cantidad débilmente cuestionada por Rolando. “Huacho” habló de buena administración panista de los 75 mil millones de pesos de presupuesto que ejerció en seis años, bien aplicados en obras y logros materiales. Los confrontó con los más de 150 mil millones en cinco años del gobierno de Ivonne Ortega y su cauda de “primeras piedras”. Como táctica, creo que fue adecuado que Rolando no entrara al terreno del cuestionamiento del gobierno de Patricio Patrón, pero con su silencio permitió que flotara en el ambiente la sensación de que el PAN fue mejor administrador, más austero, transparente y honrado que el actual gobierno, del que fue parte fundamental.
En conclusión, más que las propuestas de los candidatos del PRI y del PAN, el lunes pasado se confrontaron los resultados de dos gobiernos, el de Patricio Patrón y el de Ivonne Ortega. Quienes vimos y escuchamos el debate haremos nuestro juicio y tomaremos las decisiones teniendo en mente las aportaciones de los cuatro contendientes. Con todas sus deficiencias y sobresaltos, este debate es una importante contribución a la cultura democrática de los yucatecos, para dejar atrás definitivamente los silencios y las distancias de un poder autoritario.- Mérida, Yucatán.

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