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Mostrando entradas de agosto, 2009

Con la “V” de valor

"Apretarse el cinturón" (columna publicada el día 26 de agosto en el D. de Yucatán) Dulce María. En estos días por todas partes nos apabullan con información de la crisis económica: que el desempleo se disparó, que en vez de crecer decrecemos, que el gobierno tiene que recortar gastos, lo que significa menos inversión en obras públicas o reducción de programas sociales, pero ningún dato, ninguna cifra dirá más a las familias que utilizan el transporte público que el peso extra que pagan por su pasaje desde el pasado domingo. ¿Qué sucedió con el subsidio que se entregaba a los transportistas? ¿Por qué se autorizó el aumento ahora, una vez que pasaron las elecciones? El Foro del Diario ha abordado esta situación. Sin embargo, considero que el asunto de las tarifas, como muchos otros que tienen que ver con subsidios y apoyos que los gobiernos (federal, estatal o municipal) otorgan, nos lleva a preguntarnos de dónde va a obtener el gobierno el dinero que se requiere, además de

Es mejor ser auténtico

El cambio de imagen. (columna publicada el día 19 de agosto en el Diario de Yucatán) Dulce María. En memoria de Ana Laura, excepcional joven mujer “Se murió Ana Rihani...”. Mi primera reacción fue la incredulidad que acompaña a un anuncio así cuando la persona tiene 32 años. Después, la presunción de la causa: un accidente en la carretera. La Progreso-Mérida fue la primera en la que pensé, pues la recorría incansablemente todos los días para ir a la preparatoria del Colegio América, después al Tecnológico de Mérida y a la Universidad del Mayab, donde obtuvo su maestría al culminar sus estudios de Ingeniería en Sistemas y, más tarde, para cumplir sus compromisos de su recién iniciada carrera política. La otra vía era la estrecha carretera Progreso-Chicxulub Pueblo, donde se desempeñaba como directora del Colegio de Bachilleres. Ni una ni otra. Ana falleció de una trombosis después de una “cirugía bariátrica” que es el nombre de la operación para reducirse el tamaño del estómago y

Sin cruzar los límites. De visiones, sueños y pesadillas.

(Opinión editorial publicada en el Diario de Yucatán el 12 de agosto del presente) Dulce María Sauri Riancho En estos días de temporada, miles de yucatecos que disfrutamos las playas alrededor de Progreso podemos contemplar una línea que se adentra en el mar varios kilómetros: el viaducto de la Terminal Remota del Puerto de Altura, que, en unos meses más, en octubre, cumplirá 20 años de haber sido inaugurado. La idea de transformar Progreso en puerto de Altura fue resultado de un sueño y una visión. Durante muchos años los puertos de Sisal, primero, y de Progreso, después, habían satisfecho los requerimientos para exportar henequén y para importar bienes de consumo para la población de la entidad. Sin embargo, los puertos y los barcos en el mundo cambiaron y el principal puerto yucateco se había quedado rezagado, con su escaso calado que sólo podía admitir barcos pequeños. La modernización y ampliación de Progreso era una urgente necesidad para el desarrollo de la entidad. No tod

¿Fiesta o informe?

Un asunto de división de poderes Dulce María Sauri (Editorial publicada el día 5 de agosto en el Diario de Yucatán) Hace un año recibí una invitación como ex gobernadora para asistir, el 1 de agosto, al “informe ciudadano” del primer año de gestión de Ivonne Ortega. Aunque me extrañó la anticipación de la fecha, puesto que el Informe institucional tendría que ser en octubre, entendí la razón política de la convocatoria para celebrar los primeros 12 meses del regreso del PRI al gobierno, habiendo vencido con la fuerza de los votos al PAN ensoberbecido. Fue sin duda una bonita fiesta en la que se recuperó uno de los aspectos más sobresalientes de la cultura popular yucateca: la vaquería y la jarana bailada por miles de yucatecos de todas las edades. Llegó el domingo 17 de octubre. Sin pena ni gloria la gobernadora cumplió el ritual de enviar por escrito el I Informe de Gobierno al Congreso del Estado. Genera confusión Para los ciudadanos que se enteraron hubo más confusión que int

La cigarra y la hormiga: México toca púertas

Dulce María Sauri "¿Qué hacías durante el verano? Le preguntó a la pedigüeña. —Día y noche a quien me encontraba Le cantaba, no te disgustes. —¿Le cantabas? Me alegro, pues bien, ¡baila ahora!” Para mi Primera Comunión recibí un libro de regalo que habría de representarme una gran alegría: las Fábulas de Samaniego. De entre las muchas historias, una en especial me quedó muy grabada: la de la Cigarra y la Hormiga. La primera, prima del grillo, dedicaba el verano de Sol y abundancia de hierba, al canto y a la diversión, viviendo a plenitud el momento sin pensar que más tarde llegaría el invierno. La otra, la Hormiga, aprovechaba los largos días para trabajar más tiempo y almacenar alimentos que le permitieran sobrellevar la escasez de los días de frío. Cuando llegó la crudeza invernal, la Cigarra recurrió a la Hormiga para que le facilitase un poco de comida que mitigara su hambre y un refugio para resguardarse del frío. En Esopo, el autor original de esta fábula, la Hormiga rea