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Mostrando entradas de febrero, 2013

Mérida, el futuro nos alcanzó.

Urgencias y planeación Dulce María Sauri Riancho Estamos en los tiempos de la formulación de planes y programas. Hace unos días, el 14 de febrero, el gobernador Rolando Zapata Bello instaló el Consejo Estatal de Planeación, que de inmediato se avocó a la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo 2012-2018, el cual deberá ser presentado al Congreso del Estado a más tardar el 30 de marzo. La sociedad yucateca quiere  participar en las decisiones que afectan su futuro. El gobierno puede abrir cauces efectivos a esa participación, sin subterfugios o simulaciones, como lamentablemente vivimos en la administración pasada. Una muestra de la eficacia de los organismos de la sociedad civil en la planeación y diseño de las políticas públicas la tuvimos el pasado lunes 25, cuando la Fundación Plan Estratégico de Yucatán entregó la edición en formato de libro de su  estudio  Mérida Metropolitana. Es el resultado de varios años de trabajo por parte de un grupo de 25 expertos pertenecientes

El precio de las gasolinas: ¡Sube, sube, sube, nunca baja!

Dulce María Sauri Riancho … el Niño Dios te escrituró un establo; / y los veneros de petróleo, el Diablo.. . -Ramón López Velarde, “Suave Patria” Hace unos días salieron publicadas unas declaraciones de un diputado federal yucateco en las que afirmaba que la reforma de Pemex haría posible que bajara el precio de las gasolinas y las tarifas eléctricas. Considero aventurada una afirmación de esta naturaleza, que despierta expectativas en la sociedad simple y llanamente imposibles de cumplir bajo el actual modelo de desarrollo económico, incluyendo los posibles cambios al régimen jurídico de los hidrocarburos. Doy mis argumentos. Desde hace un buen número de años, los mexicanos hemos crecido con el poema de López Velarde, con la conciencia de que la nación es poseedora de una enorme riqueza en los depósitos del subsuelo continental y ahora, del lecho oceánico del Golfo de México. Por eso no alcanzamos a explicarnos por qué en México los precios de las gasolinas y el diesel siempre

La XXI asamblea nacional del PRI: Entre los pobres y el petróleo.

Dulce María Sauri Riancho Del 1 al 3 de marzo el PRI celebrará su XXI Asamblea Nacional bajo el lema “Transformando a México”. Tal vez, amigos lectores, consideren que este asunto es de interés exclusivo de los priístas, que poco puede afectar o beneficiar a todos los demás, incluyendo a la mayoría ciudadana que no milita en partido alguno y que ni siquiera le gusta la política. No es así. Las asambleas de cualquier partido político con registro nacional son de interés para la sociedad, más aún cuando se trata del partido en el gobierno, ya que sus determinaciones pueden tener un impacto tal en las políticas públicas y las reformas a las leyes, que modifiquen la vida de todos los mexicanos. Fue el caso del PAN durante 12 años. Ahora, de nuevo es el del PRI. Entre los temas de trascendencia que habrán de debatirse en la Asamblea destacan dos asuntos de impacto general, ambos relacionados con el Programa de Acción: la reforma fiscal y la reforma energética. Están estrechamente rela

Romper con la pobreza. Empleos decentes para Yucatán

Dulce María Sauri Riancho Continúan los cuestionamientos al Programa Nacional contra el Hambre, sobre todo en relación a la inclusión o exclusión de los municipios beneficiados. Pero no sólo se trata de la adecuada justificación de las autoridades federales respecto de la población incluida. El asunto crucial a definir trasciende las áreas geográficas en que trabajará SINHAMBRE, comisión creada para ese fin. Lo que tendríamos que replantear es la estrategia general para combatir la pobreza en México, en la que los subsidios y ayudas provenientes del gobierno, tanto federal como estatal, sólo tuvieran el carácter de transitorias, en tanto dan frutos las otras acciones institucionales de largo plazo, diseñadas para resolver el problema de fondo. Pero ¿cuál es la raíz de la situación de pobreza en que viven millones de mexicanos y yucatecos, la que condena a los hijos a reproducir el círculo vicioso de carencias y necesidades que también padecieron sus padres y, antes que ellos, sus

Reformas y subsidios

Dulce María Sauri Riancho La “cuesta de enero” de los ciudadanos no lo es para el gobierno. Recién se aprobaron los presupuestos de sus tres niveles -federal, estatal, municipal-; se fijaron los  ingresos  públicos que vienen de los impuestos que pagamos y los ejecutivos recibieron del Congreso la autorización para contratar créditos, que las administraciones, casi sin excepción, necesitan para equilibrar sus finanzas. Por experiencia, los ciudadanos sabemos que los impuestos, una vez que se establecen, llegan para quedarse. Sucede aquí y en China. La “imaginación fiscal” de los gobernantes incluye el denominado “impuesto a las ventanas”, que Antonio López de Santa Anna pretendió cobrar en 1853, después de haber vendido el territorio de La Mesilla a los Estados Unidos, pues enfrentaba urgencias para pagar el  sueldo  de sus tropas. Más cerca en la historia, tenemos el ejemplo del impuesto a la tenencia vehicular que se estableció desde 1962, en el gobierno de Adolfo López Mateo