Autopsia de una elección. Tiempos de análisis


Dulce María Sauri Riancho
Por fin se hicieron oficiales los resultados de la elección del 1 de julio. Vienen los tiempos de análisis, de tratar de comprender la dinámica social que motivó a más de un millón de yucatec@s a votar en la forma en que lo hicieron. El primer paso consiste en acopiar los datos, miles de cifras provenientes de las actas de escrutinio y cómputo de 2,666 casillas que se instalaron en el estado. Hice una selección temática preliminar que, a manera de “balazos”, compartiré con ustedes, amig@s lector@s.
Mayor participación ciudadana. Una vez más, Yucatán marcó la pauta nacional. Casi ocho de cada 10 personas enlistadas (75.4%) acudieron a votar, en tanto que en el país el promedio fue del 63.4%. En algunos municipios se superó el 80% de su lista nominal.
Candidato más votado. Andrés Manuel López Obrador, por quien sufragaron 455,216 yucatec@s, en tanto que Mauricio Vila, triunfador en la elección de gobernador, recibió 447,753 votos.

Diferencia en la elección de gobernador. No fue un abismo, sólo 3.6%, equivalente a poco menos de 40 mil votos, la distancia que medió entre los apoyos recabados por Vila y los obtenidos por Sahuí, 407,802.

Suficiente para ganar, no para arrollar.

El Senado: la otra elección estatal. La fórmula de la coalición Todos por México, Jorge Carlos Ramírez Marín y Verónica Camino Farjat, obtuvo 428,056 votos, veinte mil por arriba del candidato a gobernador del PRI. Aun siendo los candidatos priistas más votados, les faltaron casi 20 mil más (19,697) para alcanzar a Vila.

Sin embargo, el senador de primera minoría, Raúl Paz, tuvo casi 65 mil sufragios menos (64,699) que el candidato a gobernador de su partido.

Meade y Anaya. Los candidatos presidenciales de las coaliciones Todos por México (Meade) y Por México al Frente (Anaya) obtuvieron menos sufragios en sus respectivos partidos, por debajo de los aspirantes al Senado y a la gubernatura.

Meade superó a Anaya en Yucatán por poco menos de cuatro mil votos. Entre Anaya y Vila hubo casi 128 mil votos de diferencia (127,609 menos) y entre Meade y Sahuí, casi 84 mil (83,747). El caso de Morena fue al revés: su candidato a gobernador obtuvo la mitad de votos que cosechó López Obrador.

Diputados federales. En la sumatoria de los cinco distritos, la coalición encabezada por el PRI se impuso sobre las otras dos. No fue amplia la diferencia: 5,648 votos sobre el PAN y más de 97 mil sobre MORENA (97,130). Elías Lixa, en el IV distrito, fue el que logró el número más alto de sufragios: 104,458. Los tres distritos del interior del estado, ganados por la coalición encabezada por el PRI, registraron votaciones por arriba de los 90,000 sufragios. Pero también fue esta agrupación política la que alcanzó la cifra menor de los tres partidos contendientes, 60,992 votos, en el IV distrito.

Mérida se cuece aparte. No sólo porque concentra el padrón y la lista nominal de electores más numerosa del estado. Tampoco porque seis de los 15 distritos tienen cabecera en la capital, sino porque una vez más el electorado meridano demostró su capacidad para materializar lo que los expertos llaman “voto diferenciado”. Un número significativo de ciudadan@s sufragó en un sentido para la Presidencia de la República, otro para el Senado y distinto para gobernador. Cabe destacar que, en todos los casos, el PRI estuvo por abajo del PAN y de Morena.

López Obrador: favorito en Mérida. Más de 208 mil meridanos votaron por Morena para la Presidencia de la República. Varias decenas de miles de votos atrás quedaron Anaya y Meade, con 136,767 y 100,002 sufragios, respectivamente. Morena levantó casi la mitad de su votación en la capital del estado (45.8%), cerca de Anaya (42.7%), en tanto que menos de un tercio de los sufragios a favor de Meade provino de la ciudad capital.

PAN: continuidad en el gobierno municipal. Fue contundente el triunfo de Renán Barrera, con 211,030 votos, alrededor de nueve mil más que el candidato a gobernador de su partido. En un lejano segundo sitio quedó Víctor Caballero (132,950 votos), seguido de cerca por Fernando Xacur, de Morena, con 113,337 sufragios.

Morena: fuerza emergente en Yucatán. En esta elección, el estado dejó de ser bipartidista, como lo fue desde mediados del siglo pasado. A los dos tradicionales adversarios se les incorporó un tercero, cuyo candidato a la Presidencia de la República triunfó en la entidad y en el país. Obtener más del 20% de la votación en la gubernatura y en la alcaldía de Mérida; dispu- tar el III distrito federal al PAN, dejando al PRI en tercer sitio; obteniendo su primera diputación de mayoría en el III distrito local; aprestarse a ser gobierno en el país, todo ello augura que Morena llegó para quedarse como actor relevante en el escenario político yucateco.

¿Y qué le pasó al PRI? Las clases medias urbanas, especialmente las más cercanas a los grupos populares, las perdió el PRI. Ilustran esta situación los resultados en los distritos 3 y 4 locales. Los resultados fueron contundentes: López Obrador a la Presidencia, PAN a la gubernatura y, para el Congreso, el cuarto distrito para el PAN, el tercero para Morena. Miles de personas que votaron por los candidatos del PRI en 2015 le dieron la espalda tres años después. ¿Por qué? Pregunta fundamental que exige respuesta crítica. Habrá oportunidad de comentarlo.— Mérida, Yucatán.

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