Temporada política

Dulce María Sauri Riancho
En 365 días, el miércoles 4 de julio de 2018, se estará celebrando en todo el país el recuento de los votos emitidos el domingo anterior. Esa misma noche habrá ganador@ oficial de la presidencia de la república, de la gubernatura de Yucatán y de otros siete estados. En Yucatán tendremos nuev@ gobernador@ el 1 de octubre. En México, quien gane la Presidencia tomará las riendas del país el 1 de diciembre. ¿Es poco o mucho tiempo? Poco, para enmendar o reconsiderar actos de gobierno que los ciudadanos perciben como inadecuados, insuficientes o, lo que es peor, torcidos. Mucho tiempo será si consideramos que en las próximas semanas y meses la agenda política nacional estará dominada por las campañas. Y los ciudadanos, sujetos a una avalancha de propaganda por todos lados.
Foto: internet 
Este fin de semana tuvimos en Yucatán una probadita política de lo que viviremos en los meses por venir. Los tres principales partidos tuvieron presencia activa y masiva en la ciudad capital. Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena y muy probable candidato presidencial; Margarita Zavala, en busca del apoyo del PAN para su postulación al cargo que hace cinco años concluyera su esposo. El PRI, con sus propias formas y tradiciones, realizó la asamblea estatal preparatoria de su asamblea nacional del próximo agosto. Vale la pena detenerse en analizar la información que los medios de comunicación nos brindaron sobre estos tres eventos, porque nos permitirá tener una visión más amplia sobre lo que se cocina en cada organización política y las distintas formas como se preparan para enfrentar la que ya se califica como la “madre de todas las elecciones”.

Comienzo con el partido en el gobierno. Con la razón y el pretexto de su próxima asamblea nacional de agosto, el PRI concentró a varios miles de militantes en las instalaciones de la Feria de Xmatkuil. El PRI optó por trasladarse al sur de la ciudad, para no generar en el Siglo XXI un caos por la salida masiva de vehículos a Progreso en el primer fin de semana de la temporada. La elección del lugar marca también un cambio de estrategia: cuidar hasta el mínimo detalle la percepción ciudadana sobre sus actos, en particular la de aquellos a los que en breve, tratará de convencer para que voten a su favor.

Asistieron todos los aspirantes a la gubernatura, quienes escucharon a Rolando Zapata marcar rumbo para su partido en los próximos meses. Al PRI le esperan tiempos complicados. Tendrá que decidir sobre la reelección en los 69 municipios que gobierna, al igual que sus 13 diputados locales. Tendrá también que lidiar con los cientos de aspirantes a integrar los 106 cabildos, más diputados locales, federales y senadores. Pero, a mi juicio, tendrá enfrente la trascendental tarea de convencer a un electorado escéptico de que el PRI representa la mejor opción de continuidad y cambio en el panorama político yucateco.

Será hasta después de su asamblea nacional, en agosto, cuando se den los primeros pasos del proceso interno priista hacia la candidatura presidencial y la forma como participarán sus militantes y simpatizantes en su definición.

Margarita Zavala confirmó con su presencia del sábado pasado los serios problemas que afronta el PAN para la definición de las candidaturas de 2018. La aspirante panista mejor posicionada no apoya la estrategia aliancista de su presidente nacional, pues considera que el PAN primero debe definir su candidat@ y, luego, solicitar que otras fuerzas políticas se sumen al proyecto político del partido albiazul. El “huevo de la serpiente” de la ambición anidó en la dirigencia nacional panista.

Nada hay peor para una organización política que su presidente sea juez y parte en el delicado proceso de la definición de la candidatura presidencial. Las tensiones de “arriba” tienen reflejo local. Un síntoma es el vacío que hicieron las dirigencias estatal y municipal de Mérida al evento sabatino de Margarita Zavala. Esta actitud puede haber causado una concurrencia menor a la esperada al Siglo XXI.

El Parque de la Paz, frente al Centenario, fue elegido por Andrés Manuel López Obrador para la firma del Acuerdo Político de Unidad por la prosperidad del pueblo y el renacimiento de México. Los tres estados peninsulares fueron los últimos del calendario que Morena inició el 29 de enero en Michoacán, como una forma de promover la propuesta de “gobernar con rectitud, desterrar la corrupción, abolir la impunidad, actuar con austeridad y destinar lo que se ahorre para financiar el desarrollo del país”. A diferencia de otras entidades, en Mérida la asistencia estuvo integrada principalmente por simpatizantes o miembros de Morena. No se hizo patente que en Yucatán hubiera permeado la convocatoria a sumarse, en lo que corresponde a las clases medias o empresarios. En el evento dominguero destacó la participación de los vallisoletanos, encabezados por su alcaldesa, posible candidata de ese partido a la gubernatura del Estado. Morena dará mucho que hablar a nivel nacional en los próximos meses. No por la candidatura, que ya está virtualmente definida a favor de López Obrador, sino por la unidad de la izquierda. El resultado electoral del Estado de México debiera ser para Morena una dura lección sobre la necesidad de lograr acuerdos con otras fuerzas políticas no sólo con la ciudadanía.


Viene la asamblea nacional del PRI de agosto. Vienen los tiempos de inscribir coaliciones electorales, que habrán de estar conformadas antes de diciembre. Nerviosismo, desbordes, desfiguros habrán de acompañarnos en los próximos y muy políticos meses. ¡Arrancan motores! Vale la pena estar atentos.— Mérida, Yucatán.

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