Pobreza en Yucatán: Las cifras sin maquillaje

Dulce María Sauri Riancho

Hace unos días, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer los resultados de la medición de pobreza 2010 para cada entidad federativa y para el país en su conjunto.

Este ejercicio es quizá el más importante compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas que tiene la administración pública federal. No lo realiza por graciosa concesión a la ciudadanía, sino por mandato de la Ley General de Desarrollo Social y no lo elaboran los propios funcionarios interesados en defender a ultranza su trabajoy minimizar u ocultar sus posibles errores, sino una institución especializada, compuesta por investigadores de reconocido prestigio académico.

Además, para evitar malas interpretaciones de tipo político, con toda antelación Coneval fija las fechas de presentación de sus informes , en el caso del relativo a la pobreza, cada dos años. Ahora correspondió al Informe 2010, con datos al mes de agosto de ese año.

Establecer la magnitud de la población en situación de pobreza es indispensable para poder efectuar una auténtica evaluación de resultados de las políticas públicas que procuran el bienestar de la sociedad. No se trata sólo de informar del número de acciones de vivienda realizadas, del total de desayunos escolares entregados o de las despensas repartidas, sino de medir los efectos reales que tienen en la vida de la población más vulnerable, si disponen de suficientes ingresos para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, de vestido, para mandar a sus hijos a la escuela o poder curarse cuando se enferman.

¿Cómo distingue el Coneval a la población en situación de pobreza? A través de las denominadas "Líneas de Bienestar". Esta línea, debajo de la cual se encuentran la "pobreza oficial", se fija de acuerdo con el costo de la llamada "canasta alimentaria" y de otros servicios básicos. En agosto de 2010 se calculó su monto para cada persona, en 1,329 pesos mensuales en las áreas rurales y en 2,114 pesos en las zonas urbanas.

De acuerdo con el informe, entre 2008 y 2010, 50,000 yucatecos cayeron en la pobreza, y se sumaron a casi la mitad de la población del estado que se encuentra en esa misma situación (47.9% del total). Pero de éstos "nuevos pobres", 35,000 entraron a formar parte del grupo en pobreza extrema, los "pobres de los pobres", donde ya se encontraban otras 156,000. Esto significa que en 2010 uno de cada diez yucatecos estaba en condición de no contar con lo indispensable para vivir con dignidad.

No es difícil concluir que fue en el medio rural donde más se resintieron los efectos de la crisis económica y de la desatención gubernamental. Cada año son menos los yucatecos que viven en el campo, pero cada vez en condiciones más precarias. Los programas integrales de atención al campo han sido sustituidos por acciones asistenciales, que más que resolver los problemas de producción y sustentabilidad del desarrollo rural, procuran suplirlos con dádivas, para intentar resolver lo más urgente y adicionalmente, crear clientela política para las campañas electorales. Por eso, el Informe de Coneval muestra con crudeza que los pobres de los pobres yucatecos están principalmente en las pequeñas localidades olvidadas, que no pesan electoralmente y que, en consecuencia, reciben escasa atención de las autoridades. A diferencia de las cifras nacionales del Informe de Coneval, que hablan de una reducción de la pobreza extrema en el país (de 10.6% en 2008 a 10.4 en 2010), en Yucatán hubo un incremento significativo de personas en esta condición al pasar del 8.2 al 9.8% de la población.

Anteanoche se llevó a cabo el "Informe Ciudadano" para conmemorar el 4º aniversario del inicio de la gestión de Ivonne Ortega. Hace un año, en el mismo agosto, pero de 2010, en la fecha de su tercer aniversario, 35,000 yucatecos con nombre, rostro y esperanzas, se habían sumado a los pobres de los pobres y otros 15,000 habían caído en pobreza "moderada". Nada indica que en 2011 esta tendencia negativa haya cambiado. Más allá de la propaganda en la televisión y en la radio, los anuncios espectaculares y el evento en Dzibilchaltún, el Informe de Coneval es el espejo más fiel para reflejar los logros de un gobierno.- Mérida

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