LA NUEVA REVOLUCIÓN SOCIAL (2) Jornada escolar de tiempo completo

El problema central de México es la inmensa desigualdad que nos domina. La falta de iguales oportunidades para desarrollar capacidades y derechos tiene en la pobreza su extremo más agudo. La jornada escolar de tiempo completo es un paso fundamental para iniciar el cierre de la enorme brecha entre los mexicanos.


Las niñas y los niños tienen derecho a iguales oportunidades para su desarrollo. Esto no es así. Unos nacen en hogares con estabilidad económica e ingresos suficientes; la mayoría forma parte de familias en condición de vulnerabilidad, por la inseguridad laboral de los padres, los bajos salarios, sobre carga de trabajo de sus madres.


¿Quién cuida a los niños?


El grupo de edad de 0 a 4 años es atendido en diversas instituciones públicas, como las guarderías y centros de desarrollo de la SEP, el IMSS, el DIF, el ISSSTE, así como en instituciones privadas. La mayoría de los niños menores permanece en sus hogares al cuidado de sus madres o de un familiar, si estas participan en el mercado laboral.


A los cuatro años cumplidos, excepción del ISSSTE, las niñas y los niños son entregados a sus padres –óigase su madre- los inscriben en preescolar… Y comienzan a ahondarse las diferencias; crece la brecha de las desventajas.


Y la brecha de la desigualdad comienza a expandirse…


Una niñita de 5 o más años puede tener en los hechos “jornada escolar de tiempo completo”. Su madre, de clase media o media alta, dedicada al trabajo del hogar, la recoge puntual de la escuela, la lleva a la casa a darle de comer y a descansar para dedicar la tarde a las clases especiales de pintura, música, deportes y otras que desarrollan sus habilidades y su creatividad.


En cambio, a una niña de la misma edad, de una familia en condición de pobreza, la recoge como un favor una vecina o la abuela, azotada por sus dolencias. Llega a la casa; aun a sus pocos años, se calienta la comida; se cuida. Si obedece, se queda adentro; si no, sale a jugar a la calle. Cuando llega la madre, cansada de trabajar, no hay ánimo para convivir y si es un poco mayor, ayudarla en la tarea; no hay computadora ni espacio físico para hacer los deberes escolares.


Jornada escolar de tiempo completo, primer paso.


La jornada escolar de tiempo completo haría posible que los menores, sin importar su condición social o las circunstancias familiares, reciban atención al desarrollo de sus habilidades y aptitudes: artísticas, deportivas. Además, tendrían las y los niños un sitio adecuado para realizar sus tareas y su estudio vespertino.


Las madres y los padres tendrían una opción segura para sus hijos. No sería sólo para las mujeres con trabajo extradoméstico, sino para todas aquellas familias que lo demanden.


Para las comunidades educativas de los tres niveles de gobierno sería un inmenso reto. No se trata de instalar “guarderías vespertinas”, en su sentido literal de “guardar” a los niños y distraerlos mientras llegan sus madres o sus padres a buscarlos. Se trata de instrumentar programas para fomentar la creatividad, el desarrollo armónico de las personas, entre otras razones.


Comenzar por preescolar


Propongo comenzar por preescolar. Primero, porque la infraestructura de este nivel educativo está en franca expansión para responder al mandato constitucional que la declara obligatoria. Segundo, porque las instalaciones de los preescolares cuentan mayoritariamente con una cocineta para preparar los alimentos y un área de descanso para los niños. Este sería el punto para iniciar el camino hacia la cobertura de todo el sistema de escuelas públicas, de preescolar al 6º grado de primaria. Tercero, con escasas excepciones, los preescolares tienen turno único.


Es una decisión difícil de tomar por el Poder Ejecutivo, por el gobierno, debido esencialmente a que implica una importante cantidad de recursos públicos y una larga negociación con el SNTE.


Sería el primer paso hacia la corresponsabilidad entre el Estado y las familias, el Estado y la Sociedad, En el centro de la decisión estará la reproducción y cuidado de las personas y la asignación clara de prioridades, en forma importante, la fiscal.


La jornada escolar de tiempo completo coadyuvaría a brindar iguales oportunidades de participación y de formación a los niños y jóvenes, y a las mujeres, las ayudaría a liberar su potencial.


Desde esta óptica, ¿por qué sí; por qué no? Jornada escolar de tiempo completo, ¿en qué forma, con cuáles contenidos?


Eso tendríamos que analizar y debatir. ¿Jornada escolar, sí ó no? ¿A qué ritmo? ¿Cuánto tiempo?

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